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jueves, 30 de septiembre de 2010

Mi admirado Presidente


Antonio Juan Romero Losana

20/09/2010

Web UCR

Hoy me saltan las alarmas al ver como la reconversión social se consolida en España.

Una sociedad en general, idiotizada con el pensamiento único, lo rosa y lo banal. Creída en que estamos en una democracia y que ya todo se ha ganado y conquistado. Asentada en la sumisión y en gran medida en lo mísero de ella misma. Los valores no existen, la dignidad y la honradez se vende, los traidores y chorizos son los que mejor viven, el defraudar al estado se aplaude. Una sociedad indolente instalada y complaciente en el status quo. Todo ello potenciado y vociferado por los gobiernos y prensa afines que lo llamaron estado del bienestar.

La solución que nos dan algunos, es la resignación y el conformismo.

¿Alguien se puede imaginar que los atentados que está sufriendo esta sociedad, tanto en sus derechos laborales y sociales los podía haber perpetrado hace treinta años el gobierno de turno?

¿Cómo es posible que la sociedad lo permita y no diga nada, si supuestamente esta mejor informada, es mas culta y esta mejor preparada y capacitada? Al menos eso nos dicen las estadísticas de las respectivas Consejerías de educación y cultura.

Al respecto, posiblemente la educación de la sociedad no es como nos la pintan en los gráficos de las estadísticas. Además de haberse desmantelado los valores educativos cívicos, siendo sustituidos y suplantados por la supuesta preparación laboral. La persona en su conjunto es anulada, para reconvertirla en un número para las empresas. Un androide manejable.

Si esto lo permitimos, la reconversión social habrá triunfado, ya no habrá marcha atrás.

Por poner un ejemplo. ¿Para qué, se preguntaran muchos, un grado o un master en química necesita saber de valores cívicos como la honradez, la austeridad, la lealtad, o de tener conocimientos amplios en filosofía, historia o geografía; si eso supuestamente no lo va a usar en el desarrollo de su trabajo o vida laboral como químico?

Posiblemente y de igual manera, en la historia que no le han enseñado, esté la solución.

El 20 de Septiembre se cumplen 102 años de la muerte de D. Nicolás. Y no me refiero a algún cacique de entonces; sino al tercer Presidente de la I República Española.

Este digno personaje, mantenía y explicó muchas tesis en materia de humanismo,- que sería así como el compendio de todos esos valores de la persona y que hoy se están perdiendo-. Una de ellas era su teoría unitaria, que de manera muy resumida consistía en que existían en aquellos años partes o clases de la sociedad que no estaban preparadas en esos valores cívicos, y por lo tanto había que enseñarlos. Casi cien años después, ya vemos como estamos.

También él teorizaba como persona krausista en su concepción. Filosofía humanística que enseñaba y practicaba. La praxis.

Como político profundamente democrático, sembró y laboró los valores y las virtudes cívicas. Ya que él estaba convencido que adquiriendo el pueblo esos valores, se formaría una sociedad, una ciudadanía en España capaz de sostener y llevar hacia delante las instituciones de un país libre. Pretendió que el pueblo a través de la reflexión, el conocimiento, la educación, el juicio y la acción ejercieran su responsabilidad individual ante el Estado.

Con una sociedad atrasada, con el control de la misma ejercido por la iglesia, y además analfabeta; pedía desesperadamente una acción educativa, pues era muy difícil de convencer a la misma de las bondades y necesidad de practicar ese civismo democrático. Por ello, la educación fue el eje de su política, su primer y principal proyecto. Generalizó la enseñanza primaria y gratuita a cargo del Estado, con escuelas laicas y neutras que incluyeran a las mujeres, que hasta entonces estaban apartadas de la educación; e implantó la libertad de cátedra.

La educación para éste insigne político era perentoria, una educación de orden moral además de un deber político. El que más conocía tenía el deber moral de enseñar a los menos preparados. Era el poso para ir construyendo una sociedad solidaria republicana.

En un acto en Almería dijo que “El político, si tal nombre merece, ha de empezar por ser un pedagogo educador de su pueblo. El político que no sabe educar un pueblo, merced a la pedagogía, es no más que un farsante”.

¡Cuantos farsantes hay hoy día!

Esta persona integra, honrada y austera; tiene que estar cada vez más cerca de nosotros. No solo para recordarla, sino para aplicar sus teorías y prácticas a una sociedad domesticada y dócil, cuyo horizonte no muy lejano viene cargado de nubarrones. Un pueblo al que el tanto ayudó.

Como dije en la conmemoración de su centenario; “las buenas personas no se mueren, duermen en la eternidad para siempre”. Porque los pensamientos reflejados en sus discursos, sus ideas y su praxis, se necesitan hoy mas que nunca.

Eres D. Nicolás, ... “la sombra de la República que un día habrá de llegar”.


* Antonio Juan Romero Losana es presidente de UCAR-Almería.

martes, 28 de septiembre de 2010

Ni Belén Esteban ni doña Letizia, Azaña


Pablo Alcázar López

Donde los ángeles

25/09/2010

En los años 80, mujeres granadinas que trabajaban duro durante toda la semana en el negocio familiar, pagaban alrededor de 1.000 € por la habitación del hotel La Bobadilla de Loja en la que habían dormido los Reyes una noche. Pasaban en ella con sus maridos un fin de semana y luego, en su carnicería, mientras que le cortaban a una clienta un solomillo de cerdo con precisión milimétrica en filetes parejos, le contaban los pormenores lujosos del cuarto de baño de la suite real. Hay gente a la que le gustaría darle una colleja suave a la princesa Letizia. No les agrada cómo ha quedado su nariz tras una operación de cirugía estética o que esté tan delgada o, simplemente, que la jaula de hierro del protocolo haya acartonado la fluidez profesional de una buena periodista. Pero a otros muchos les agrada, les resulta guapa y bien vestida. No ven mal que acuda a Pasarela Cibeles con el empaque pijo de las burguesitas aburridas y lo más probable es que le copien los vestidos y los centímetros de sus tacones. De fundar un partido político, sacaría tantos votos como Belén Esteban. Igual que hay ateos aritméticos, con la calculadora en la mano, dispuestos a restarle a Dios unos miles de asistentes a cualquier manifestación religiosa, también hay republicanos militantes empeñados en demostrar que los Reyes son seres humanos y que están aquejados de los mismos vicios que los demás. Son incansables, inventan chistes, ponen en circulación anécdotas, denuncian corruptelas del Rey y su familia, como si la idea monárquica, en lugar de caerse por obsoleta y anacrónica, se viniera abajo, por la ineptitud personal y profesional de los integrantes de la familia real. ¿Si los Reyes fuesen ejemplo de virtudes cívicas y humanas no habría nada que objetar? ¿Estos republicanos acusicas acabarían yendo a la Zarzuela al besamanos? La Monarquía es incompatible con el sistema democrático porque coloca en la cima del Estado a un ciudadano que no ha sido elegido por nadie. Da igual que el rey sea bueno o malo. O que la futura reina haya elegido esta o aquella nariz del catálogo de un cirujano componedor. Aunque nos resulte inquietante imaginar a Pajín o a Rajoy, a Cospedal o a Zapatero de presidentes de la III República Española, no tendríamos nada que objetar, si alguno de ellos ocupase ese puesto gracias a los votos de los españoles. O si la elegida fuese Belén Esteban, incluso si lo fuese Doña Letizia. Con suerte, hasta podría aparecer un nuevo Azaña con la lección aprendida.

http://purpuranevada.blogspot.com/2010/09/ni-belen-esteban-ni-dona-letizia-azana.html?spref=fb

* Este texto del profesor Alcázar surje como respuesta a un chiste sobre la monarquía difundido masivamente a través del grupo de correo de UCAR-Granada. Nuestra postura con respecto al particular está bien clara: somos republicanos porque creemos que la monarquía es intrínsecamente antidemocrática, como institución y como estructura de poder. Ello no es óbice para que consideremos como un deber la ruptura del férreo bloqueo mediático que proteje al rey Juan Carlos y a la familia Borbón, a través de todos los medios estrictamente legales de los que disponemos.

Salud, Tercera República y Huelga General.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Amigos y amigas de LA REPÚBLICA: un regimiento de hombres y mujeres libres


Javier Parra

La República

23/09/2010

A principios de septiembre nacía la Asociación de amigos de “La República”, presidida y promovida por Teodulfo Lagunero y Antonio Romero, y a la que desde entonces se están sumando muchos hombres y mujeres, jóvenes y veteranos republicanos que confían en la labor que viene desarrollando “La República” desde 2006 en la difusión de los valores republicanos y la promoción del debate en torno a la cuestión republicana.

En primer lugar desde LA REPÚBLICA queremos agradecer la acogida y el apoyo que ha tenido la asociación en estos primeros días de vida, y la confianza que muchos habéis demostrado en el periódico durante éstos años. Un ejemplo: casi 20.000 pegatinas y 500 carteles recogidos por los asistentes en apenas dos días durante la pasada Fiesta del PCE – primer evento en el que estuvo presente la Asociación, junto a otros muchos colectivos – son una pequeña muestra de que LA REPÚBLICA ya se ha convertido en un referente no sólo para el movimiento republicano, sino para la izquierda transformadora.

Cuatro años y medio dan para mucho, pero no son más que el principio de todo.

En estos años “La República”, además de informar libre e independientemente – con sus errores y aciertos-, ha participado activamente junto a los movimientos sociales, apoyándolos o promoviéndolos. El Movimiento Republicano, la Plataforma Juicio a Aznar, el movimiento contra la guerra de Afganistán, Iraq o el Líbano, contra la criminalización de los movimientos sociales, la Red de Municipios por la Tercera República… Hemos tenido que enfrentar falacias, puñaladas y conspiraciones de tres al cuarto, intentos de compra y mentiras, y ha salido adelante sin contar con medios económicos, pero sí con el esfuerzo desinteresado y la participación de mucha gente convencida de la necesidad de que un proyecto de éstas características crezca de manera independiente y sin estar financiada por ningún grupo de poder político o económico.

“La República” no ha dado ni dará descanso ni cuartel a aquellos para quienes la política no es un medio para transformar la sociedad, sino un medio para el beneficio personal. Por eso declaró la guerra a los corruptos, a los tránsfugas, a los vividores de la política y a quienes se entregaron o se entregan a la miseria del régimen borbónico y al neoliberalismo. Por eso ha tendido puentes entre aquellas personas y colectivos de izquierdas y republicanos, que saben que sólo unidos en una estrategia común seremos capaces de transformar un país en plena decadencia, que vira a la derecha peligrosamente.

A tantos hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que cada día dais miles de razones para que “La República” siga trabajando con más ímpetu si cabe; a todos aquellos con quienes a lo largo de estos años hemos compartido luchas y las seguiremos compartiendo: activistas, militantes y dirigentes políticos, concejales, alcaldes, parlamentarios, ateneos republicanos, asociaciones, colectivos… os invitamos a que forméis parte de este ambicioso proyecto de comunicación y de transformación; a que os unáis a este regimiento de ciudadanos libres decididos a romper las líneas borbónicas y a escribir una luminosa página de la Historia de España en la reconquista de la República robada hace más de 70 años.
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Para hacerte socio puedes hacerlo vía online o enviándonos tu ficha de inscripción:

Rellenar formulario online

Descargar ficha de inscripción y enviar a Asociación Amigos de LA REPÚBLICA Gran Vía, 6 – 4ª planta 28013 – Madrid


* Nuestro colectivo, UCAR-Granada, ha decidido colaborar en el nacimiento de la Asociación de amigos de "La República", afiliando a la misma a nuestro vicepresidente y animador constante, Baltasar Garzón Garzón. Desde esta tribuna, les deseamos muchos éxitos, considerando siempre que la consolidación de un medio de comunicación republicano es clave para la lucha por la Tercera República Española.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Con la "Tercera" en la mochila (A la memoria de José Antonio Labordeta, republicano federal)


José María García Labrac

El Llanto de la Acequia

22/09/2010

Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid

(Lema regeneracionista, elaborado por Joaquín Costa, el cual pretendía condensar en una frase certera algunas de las soluciones a los problemas endémicos de la España de la Restauración)

España es una gran federación, pero se ha querido hacer un territorio unitario que ha resultado un gran fracaso

(José Antonio Labordeta, de una entrevista en "Madrid Sindical")

En la madrugada del domingo 19 de septiembre, como si el verano no hubiera querido marcharse sin llevárselo consigo, se nos moría José Antonio Labordeta Subías, el trovador incansable, el catedrático de instituto, el viajero impenitente, el republicano federal de tierna raíz aragonesista.

Fue la voz de trueno que clamó en el desierto del último franquismo, el vozarrón de siglos que cantó a la libertad en las mismas barbas de los liberticidas de ayer y de siempre, la palabra cálida que iluminó al Congreso en su condición de diputado cercano a las querencias de la gente. Con su muerte, pierde la izquierda española uno de sus más contrastados referentes. La derecha queda, a la par, huérfana de fiero adversario.

Muere Labordeta al final del estío, en vísperas de una huelga general contra la reforma laboral regresiva del Gobierno Zapatero. Nos abandona Labordeta cuando los corifeos del sistema pretenden comenzar el desmantelamiento del modelo español de relaciones laborales, como primera carga explosiva de la futura voladura controlada de lo que un día vino a llamarse Estado Social y Democrático de Derecho. La ley de la selva regresa victoriosa desde los años de la Primera Revolución Industrial.

Fallece José Antonio Labordeta en olor de multitudes, consagrado por la ciudadanía como padre de la única patria aragonesa posible: la republicana federal iberista. Desaparece el cantautor y las mujeres de su vida presentan respetos ante la tumba de Joaquín Costa, sancta sanctórum del Regeneracionismo, precursor del nacionalismo aragonés.

Labordeta fue, en cierta manera, un regeneracionista moderno, hijo de republicano azañesco, formado en la tradición del movimiento demócrata español, heredero a la vez de la milicia liberal antifernandina de los Riego y cía, del federalismo a lo Pi y Margall o del obrerismo marxista y anarcosindicalista de un Pablo Iglesias o de un Ferrer y Guardia.

Izando estandartes malditos, levantando banderas deshilachadas, engullendo compendios enciclopédicos de civismo y racionalidad, creció el niño Labordeta, mientras, afuera, el fascismo se enseñoreaba del país, quebrando los breves juncos de resistencia a la ignominia, pasando a cuchillo a toda una generación de republicanos cabales.

Con la Transición, llegaron la fama y el éxito, pero también la derrota colectiva de los ideales y los sueños. Las banderas se fueron rompiendo una a una, conforme avanzaba la década de los ochenta, conforme los traidores aprendían a tomarle el punto a los mansos.

Cuando Labordeta llegó al Parlamento allá por 2000, ya no quedaban banderas que romper ni españoles que amansar. La mansedumbre era ya artículo de lujo para una ciudadanía abúlica y desencantada, refugiada en placeres y cuitas estrictamente privadas. El buenazo de José Antonio se batió el cobre en las Cortes del aznarismo, rescatando la defensa de lo público, dando el do de pecho sobre la arena de la soberanía nacional, atizando a los poderosos con su verbo de fuego y su oratoria de senador romano.

Tres cuartos de siglo después de aquel invierno donde nació, un verano que agoniza despide al tribuno de la plebe, al cantante del folklore y la protesta, al poeta hermano de poetas, al divulgador televisivo de muchos de los rincones oscuros y olvidados de España. Iberia llora a uno de sus más preclaros hijos, el maño que llevaba en su mochila la promesa de la República Federal.

* Posdata íntima y personal: La madrugada en la que murió el compañero José Antonio Labordeta, éste que les escribe cumplió 25 años. Así las cosas, he celebrado mi primer cuarto de siglo, sintiendo la desaparición del mito, francamente impresionado por las inenarrables muestras de cariño y de duelo de sus paisanos. Labordeta perdurará en mis recuerdos como símbolo vivo de aquella Tercera República que pudo ser y no fue, pero que será realidad carnal bastante antes de lo que imaginamos.

http://socialismoeslibertad.blogspot.com/2010/09/con-la-tercera-en-la-mochila-la-memoria.html

** José María García Labrac es socio fundador de UCAR-Granada y miembro de su Junta Directiva.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Anarcorrepublicano Labordeta


Rafael Torres

Xornal de Galicia

20/09/2010

José Antonio Labordeta e Iñaki Anasagasti tuvieron la amabilidad, en abril de 2006, de presentar mi "Viva la República", el libro de estampas con el que quise contribuir a divulgar la realidad cotidiana de un período tan esencial como absolutamente desconocido para las últimas generaciones, tal fue, en punto a brutalidad y eficacia, la erradicación que el franquismo hizo de su memoria. Uno, que nunca ha elegido a sus amigos entre los políticos, ha contado entre ellos, sin embargo, con estos dos tipos singulares, mas, seguramente, porque de políticos tenían muy poco, de políticos profesionales se entiende. En el curso de aquél almuerzo en Lhardy (donde tanto se había conspirado contra la monarquía alfonsina), en torno al libro que conmemorada el 75º aniversario de la II República Española y la emoción de la libertad, el profesor, y poeta, y cantante, y estrella de la televisión, y diputado aragonés, se declaró anarcorepublicano.

Lo que en cualquier otro hubiera sido una "boutade", no lo fue en labios de José Antonio Labordeta, una persona tan noble, tan buena, que, pese a su temperamento libertario, prefería la existencia de un Estado, bien que servicial y exquisitamente respetuoso con el individuo, a la de, en el caso de España, 45 millones de ellos, cual pretende la frivolidad anarquista. Un estado amparador del débil (los fuertes, los ricos, no necesitan Estado para nada), auspiciador de la felicidad y garante de la libertad y la convivencia, como mal menor, muy menor, para el ciudadano. Para alguien de corazón grande y mente despejada como Labordeta, cuya marcha de este mundo tanto apena, rabiosa libertad y templada República eran perfectamente conciliables, y por eso se sabía y se sentía anarcorepublicano, suceso tanto más admirable en unos tiempos en que muchos de los que se autotitulan ácratas suelen ser reaccionarios de derechas, cuando no nostálgicos del franquismo directamente.

Descanse y goce Labordeta con la entera posesión, ya sí, de su utopía.

http://www.xornal.com/opinions/2010/09/20/Opinion/anarcorrepublicano-labordeta/2010092022570700770.html

* Chiste del genial Carlos Azagra, alumno de José Antonio Labordeta en sus tiempos de profesor de instituto.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Denuncia de Amadeo Martínez Inglés al Secretario General de las Naciones Unidas


Amadeo Martínez Inglés

Web UCR

14/09/2010

AL EXCMO SR. SECRETARIO GENERAL DE LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS


Don Amadeo Martínez Inglés, ciudadano español, coronel del Ejército, escritor e historiador militar, se dirige a su autoridad como primer mandatario de la máxima Organización internacional garante de la paz, la libertad y los derechos humanos, manifestándole lo siguiente:

Primero.- El 18 de julio de 1936 se produjo en España una rebelión militar contra el legítimo Régimen democrático vigente en aquellas fechas, la II República española, encabezado por un numeroso grupo de militares del Ejército español (procedentes la mayoría del Cuerpo colonial destacado en el Norte de África) apoyados por partidarios de la extrema derecha y nostálgicos de la monarquía borbónica abolida democráticamente por el pueblo español escasos años atrás, con el claro objetivo de derrocar el régimen republicano e instaurar una nueva monarquía de corte fascista.

Segundo.- Como consecuencia de aquella acción ilegal, ilegítima, cobarde, constitutiva de un delito de alta traición y rebeldía, desarrollada por altos responsables del Ejército contra el Gobierno español pero, sobre todo, contra el pueblo que iba a sufrir sus atroces consecuencias, se desencadenó en este país una cruenta y desigual guerra civil, con el 80% del Ejército (el más preparado, con más de 25.000 soldados profesionales destacados en África y otros 80.000 de guarnición en la metrópoli) a favor de los golpistas y sólo unos pocos centenares de mandos y soldados fieles al orden republicano legal y democráticamente constituido, es decir a la libertad y al Estado de derecho.

Tercero.- Sin embargo, contrariamente a lo que planificaron de forma chapucera los jerarcas políticos y militares de la rebelión encabezados por los generales Franco y Mola, el legítimo Gobierno republicano y el pueblo español no se amilanaron ante el órdago traidor de su Ejército, lanzándose a la calle a luchar y a defender sus derechos como ciudadanos libres y responsables. Enfrentándose desde el principio a la brutal agresión político-militar, organizaron milicias populares de autodefensa (embrión del nuevo Ejército Popular de la República) que suplieran a las Unidades militares que se habían pasado con armas y bagajes a la sedición. Aunque la lucha prometía ser desigual y casi suicida así lo exigía su apuesta por la libertad y la democracia.

Cuarto.- Pero esa desigual guerra y la brutal represión social y política desatada por las fuerzas rebeldes, abrumadoramente superiores en soldados y material de guerra procedente de la Alemania nazi y la Italia fascista, pronto derivaría en la mayor tragedia jamás vivida por el pueblo español en toda su larga historia. Con casi medio millón de muertos y desaparecidos (313.650 entre los fieles a la II República), casi un millón de heridos (550.500 republicanos) y medio millón de exiliados a Europa y América. Una espantosa tragedia colectiva que constituyó (y todavía constituye) un auténtico holocausto, un descomunal genocidio, un crimen de lesa humanidad y una afrenta al mundo civilizado.

Quinto.- Han pasado ya 74 años desde que aquella espantosa tragedia del pueblo español se iniciase y, por diversas causas, todavía continúa impune. Los responsables del holocausto judío (los jerifaltes nazis) fueron en su día juzgados y condenados; igualmente lo han sido recientemente dictadores y altos jerarcas mundiales imputados en delitos de terrorismo, crímenes de lesa humanidad y genocidio. Países que sufrieron en sus carnes la zarpa de la dictadura y la represión castrenses, han sabido erradicar de su ordenamiento legal leyes injustas y oportunistas avaladas por los mismos que cometieron los crímenes y, en consecuencia, sentarlos en el banquillo de los acusados. Ejemplos como los de Argentina, Chile, algunas naciones de la antigua Yugoslavia… son paradigmáticos.

Sexto.- En España, en la España de la “modélica” transición política del franquismo a la democracia (realizada curiosamente con toda clase de alharacas por los mismos franquistas y los mismos monárquicos que llevaron al país a la tragedia y al genocidio), todavía no ha sido posible encausar, juzgar y castigar a los culpables de tal despropósito: a los asesinos de centenares de miles de pacíficos ciudadanos cuyo único delito fue el querer ser libres y defender con la vida sus derechos arduamente conseguidos; a los militares rebeldes que con su incalificable acción, con su traición al pueblo que juraron defender, condenaron a muerte a sus propios hijos, padres, hermanos…; a todos los culpables del que, con toda razón, pasados ya tantos años y a la luz de la historia, puede calificarse sin sonrojo alguno como el holocausto, el genocidio español del siglo XX.

Séptimo.- ¿Y como ha podido suceder esto? ¿Cómo ha sido posible que en una nación como España, europea, desarrollada, con tan larga historia, cuna de civilizaciones, que teóricamente alcanzó la democracia plena en el año 1977, se mantenga tantos años después y a pesar del número creciente de voces que cada día que pasa piden justicia, la absoluta impunidad para los culpables de ese genocidio, de ese terrible holocausto cometido en las personas de medio millón de ciudadanos españoles y en pleno siglo XX?

Pues por una razón harto sencilla, señor Secretario General de la ONU, que conocen bien miles de ciudadanos españoles. Porque el Régimen franquista, para perpetuarse en el poder a la muerte de Franco, se blindó legalmente apoyado en la sombra por el propio Ejército del dictador que continuaba siendo el verdadero poder fáctico por excelencia en la España de los años setenta. A cuyo frente, no conviene olvidarlo, se situó por derecho propio el heredero del autócrata, el actual rey de España, que había jurado por dos veces ante los Evangelios cumplir y hacer cumplir los principios fascistas del régimen de 1936. Aunque luego, parece ser, el peso de la corona acabara afectando su cerebro y provocándole el conocido síndrome del “demócrata sobrevenido”.

Octavo.- Fueron pues los militares franquistas, los antiguos rebeldes y genocidas de 1936 los que, bajo el mando supremo y con la anuencia del rey Juan Carlos I, exigieron la promulgación en España de la Ley de Amnistía 46/1977 de 15 de octubre; y, también, los que autorizaron y controlaron la Constitución “sui generis” de 1978. Una ley la primera, del tenor de las de “Obediencia debida” y “Punto final” más tarde promulgadas por los dictadores argentinos y luego anuladas por la justicia de ese país, injusta, oportunista, ilegítima, bochornosa, impropia de un Estado civilizado y que todavía a día de hoy produce oprobio y vergüenza ajena a aquél que ose pasar sus asombrados ojos por su pestilente literatura. Que constituyó entonces (y todavía constituye) un clamoroso auto perdón de los golpistas y asesinos de julio de 1936 y una carta de impunidad para sus horrendos crímenes de genocidio y lesa humanidad.

Y una Constitución, la segunda, que se presentó con engaños al pueblo español que no tuvo más remedio que asumirla (y no precisamente de una forma masiva) en un referéndum amañado por el poder y en el que se le dio a elegir entre ese tragadero legal (por el que se perpetuaba el franquismo bajo una ligera pátina de democracia y en el que se divinizaba la figura del heredero de Franco convirtiéndolo en un rey inviolable, perpetuo e irresponsable) o una nueva dictadura militar.

Noveno.- Con estos dos instrumentos legales (la Ley de Amnistía de 1977 y la Constitución de 1978) en manos de los franquistas de ayer y de hoy, que todavía controlan amplias parcelas de poder en la España pseudo democrática de principios del siglo XXI, los intentos de condenar públicamente la rebelión militar de julio de 1936 y de juzgar los crímenes cometidos durante los cuarenta años de franquismo han terminado siempre en el más estrepitoso de los fracasos. Como el protagonizado recientemente por el magistrado de la Audiencia Nacional española, Baltasar Garzón, que no sólo no ha podido investigarlos acogiéndose a los nuevos principios internacionalmente admitidos de justicia universal e imprescriptibilidad de los delitos de genocidio y lesa humanidad, sino que ha sido acusado de un presunto delito de prevaricación y apartado de todos sus cargos.


Señor Secretario General de Naciones Unidas: El ciudadano español que se dirige a su autoridad por el presente escrito, historiador militar con muchos años de profesión, trabajo y estudio a sus espaldas, no está dispuesto a que los horrendos crímenes que le acabo de exponer queden impunes, por muchos años que hayan pasado desde su perpetración. Seguro de interpretar el sentir y las legítimas aspiraciones de millones de españoles que piden justicia y reparación para sus deudos, después de cuantificar con la mayor exactitud posible la magnitud de los mismos (en el Anexo “A” adjunto al presente documento se exponen las cifras de muertos, heridos, desaparecidos y desplazados que ocasionó la rebelión militar y la posterior represión política de los vencedores) y tras comprobar una y otra vez que, por las razones políticas antes especificadas, en la España “democrática” y desarrollada de hoy no sólo nunca se castigará a los culpables del gran holocausto republicano español sino que ni siquiera se reconocerá la existencia del mismo… se permite solicitar a VE, con todo el respeto y la consideración que le merece su importante cargo como máximo dirigente de la primera Organización mundial, lo siguiente:

A.- Que sobre la base de los datos que acabo de exponerle y las eventuales investigaciones que VE crea oportuno interesar, vistas las atrocidades cometidas contra el pueblo español en las décadas de los años treinta y cuarenta del pasado siglo, la Organización de Naciones Unidas que usted dirige, con la intervención y colaboración del Consejo de Derechos Humanos constituido por la resolución A/RES/60/251 del año 2006 de la Asamblea General, inicie los trámites oportunos para que se considere histórica, pública e internacionalmente al régimen político instaurado en España el 18 de julio de 1936, tras un cruento golpe militar y una desigual guerra civil, como ilegal, genocida, criminal de guerra y reo de delitos de lesa humanidad.

B.- Que la Organización que VE dirige, vista la impunidad total que ha supuesto para los rebeldes y genocidas españoles de la rebelión de 1936 la promulgación de la Ley de Amnistía de octubre de 1977, inste al Gobierno español actual a que inicie el procedimiento legal adecuado para derogarla con la mayor urgencia posible y, en consecuencia, los órganos competentes de la justicia española puedan investigar hasta las últimas consecuencias los crímenes cometidos e imputar, procesar y juzgar a los responsables.

C.- Que en el supuesto de que el actual régimen político español, por espurios condicionamientos políticos y sociales, no reaccione con prontitud y eficacia a los requerimientos que en orden a lo apuntado en el párrafo anterior pudiera hacerle la Organización que VE dirige, ésta, ateniéndose a los principios globalmente admitidos a día de hoy de jurisdicción universal para los delitos de genocidio, torturas, terrorismo, crímenes de Estado y lesa humanidad, por sí misma o mediante tribunal internacional ya constituido o que pudiera constituirse ad hoc (Corte Penal Internacional o hipotética Corte Penal Internacional para los crímenes cometidos por la dictadura franquista), investigue el genocidio cometido por el régimen militar franquista que gobernó dictatorialmente España durante cuarenta años y exija responsabilidades penales y criminales a aquellos dirigentes del mismo todavía vivos y a sus herederos políticos, colaboradores y encubridores.

D.- Si por las causas que fueren, el Organismo supranacional que VE dirige no se considerara competente para iniciar o liderar el supremo acto de justicia universal que a día de hoy, setenta y cuatro años después, todavía solicita con todas sus fuerzas el pueblo español masacrado por el fascismo de los años treinta, sería muy conveniente, en base a los incuestionables principios que defiende su Carta y los nuevos paradigmas de justicia universal y preservación de los derechos humanos internacionalmente admitidos, que pública y notoriamente apoyara la decisión tomada por la justicia argentina, y en concreto por la Sala 2ª de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal Federal, de entender y posicionarse a favor de que esa nación, si España no lo hace, investigue hasta sus últimas consecuencias los crímenes cometidos por los genocidas españoles del franquismo.


¡Todo, señor Secretario General de la ONU, antes de que semejantes delitos queden sin castigo!

Usted tiene la palabra y me a va a permitir que le recuerde algunos párrafos del Preámbulo del Estatuto de Roma de 17 de julio de 1998, por el que se creaba la Corte Penal Internacional:

- Teniendo presente que, en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad.
- Reconociendo que esos graves crímenes constituyen una amenaza para la paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad.
- Afirmando que los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo y que, a tal fin, hay que adoptar medidas en el plano nacional e intensificar la cooperación internacional para asegurar que sean efectivamente sometidos a la acción de la justicia…


Firmo el presente escrito en Alcalá de Henares (Madrid, España), a 14 de septiembre de 2010.


Anexo “A

El holocausto español del siglo XX

Muertos, heridos, desaparecidos y desplazados en la guerra civil y en la represión franquista

Ejército franquista.-

En combate:
- De julio a octubre de 1936
Golpes de mano iniciales, escaramuzas urbanas, combates de
encuentro y en frentes dispersos:
Muertos…………. 2.550 (1)
Desaparecidos…... 2.125 (1)
Heridos………….. 6.750

(1).- 30% jefes, oficiales y suboficiales.

- En las grandes batallas de desgaste
Madrid, Brunete, Jarama, Norte, Ebro, Teruel…

Muertos……….. 32.400 (2)
Desaparecidos…. 21.600 (2)
Heridos………….126.000

(2).- 25% jefes, oficiales y suboficiales.

- En los frentes estabilizados
Diferentes Teatros de Operaciones hasta Febrero de 1939

Muertos…………. 29.700 (3)
Desaparecidos…… 24.300 (3)
Heridos…………..135.000

(3).- 15% jefes, oficiales y suboficiales

No en combate:
Enfermos, accidentados, desertores…

Muertos…………… 27.000
Desaparecidos…….. 18.000
Heridos…………… 115.000


Personal civil afecto a la causa franquista

- Como consecuencia de los combates

Muertos y desaparecidos………….. 16.000

- Represaliados, encarcelados, fusilados…

Muertos y desaparecidos………… 12.000

Ejército Popular de la República

En combate:
- De julio a octubre de 1936:

Muertos…………………… 3.750 (4)
Desaparecidos…………….. 2.500 (4)
Heridos…………………… 15.500


(4).- 40% mandos militares y líderes de la milicia

- En las grandes batallas de desgaste:

Muertos…………………. 48.600 (5)
Desaparecidos…………… 32.400 (5)
Heridos………………….. 189.000


(5).- 30% mandos

- En los frentes estabilizados:

Muertos………………… 35.640 (6)
Desaparecidos………….. 23.760 (6)
Heridos…………………. 162.000


(6).- 20% mandos

No en combate:

Muertos………………. 43.200
Desaparecidos………… 28.800
Heridos……………….. 184.000


Personal civil afecto a la República

- Como consecuencia de los combates:

Muertos y desaparecidos…………….. 25.000

- Represaliados durante la guerra:

Muertos y desaparecidos……………. 40.000

- Represaliados en la posguerra (hasta 1948)

Muertos y desaparecidos…………….. 30.000


TOTAL BAJAS REBELIÓN MILITAR, GUERRA CIVIL Y REPRESIÓN FRANQUISTA



España franquista:

Guerra civil: Muertos y desaparecidos……… 185.675
Heridos……………………….. 382.750


II República Española:

Guerra Civil:

Muertos y desaparecidos……….. 283.650
Heridos…………………………. 550.500


Posguerra:

Muertos y desaparecidos……….. 30.000
Exiliados……………………….. 500.000

TOTAL VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO A CAUSA DE LA REBELIÓN MILITAR DEL 18 DE JULIO DE 1936


MUERTOS Y DESAPARECIDOS.……… 499.325
HERIDOS…………………………………… 933.250
EXILIADOS………………………………… 500.000

En la actualidad, a mes de Septiembre de 2010, los responsables de tan espantoso genocidio cometido contra el pueblo español, y en particular contra los ciudadanos demócratas defensores de la II República, permanecen en la impunidad o su memoria histórica permanece intachable; sólo unas 300 fosas comunes (de las aproximadamente 1.200 que se abrieron por las Unidades militares y aparatos represores del régimen fascista de Franco) se han localizado y más de 60.000 cadáveres, de los 70.000 republicanos asesinados directamente por el franquismo represor, permanecen todavía en el más absoluto de los olvidos.

Madrid 14 de Septiembre de 2010

Fdo: Amadeo Martínez Inglés

Destinatarios


1.- En solicitud de actuación

Excmo Sr. Secretario General de Naciones Unidas……… Ej. nº 1
(Sr. Ban Ki-moon)

2.- Para conocimiento y efectos

Illmo Sr. Primer Fiscal de la Corte Penal Internacional...... Ej. nº 2
(Sr. Luis Moreno Ocampo)

3.- Para conocimiento

Excmo Sr. Presidente del Gobierno español……………… Ej. nº 3
(Sr. José Luis Rodríguez Zapatero)

Excmo Sr. Presidente del Congreso de los Diputados
de las Cortes Españolas…………………………………… Ej. nº 4
(Sr. José Bono)

http://www.unidadcivicaporlarepublica.es/index.php/informacion/nuestramemoria/110-denuncia-de-amadeo-martonez-ingles-al-secretario-general-de-las-naciones-unidas

sábado, 18 de septiembre de 2010

El Gobierno recorta al rey la mitad que a sus ministerios


Las cuentas de 2011 reducirán la asignación a la Corona entre un 7% y un 9%

M. Á. M

Público

14/09/2010

El ajuste contra la crisis obligará al rey a apretarse el cinturón en 2011, pero lo hará de una manera mucho más liviana que el resto de estructuras que conforman el Estado, exactamente la mitad, forzado por el principio de austeridad con el que el Gobierno elabora los próximos Presupuestos Generales del Estado.

La Casa del Rey verá reducido su presupuesto entre un 7 y un 9% en relación con la partida de este año, según anunció ayer el palacio de la Zarzuela. Este porcentaje es significativamente menor que el recorte que el Ejecutivo tiene previsto aplicar a cada ministerio para asumir sus compromisos.

A falta de detallar las cuentas de 2011, el Gobierno ha adelantado su intención de recortar los presupuestos ministeriales en una media del 15%, el doble de lo que ajustará la partida asignada al rey, cuya rebaja representa, como mucho, 800.000 euros.

En 2010 el rey ha dispuesto libremente de 8,9 millones de euros consignados por los Presupuestos sin ninguna obligación de control público. La crisis ha pasado hasta ahora de puntillas por la Zarzuela. En 2008, su presupuesto aumentó un 3,9% en relación con el año anterior y en 2009, ya en plena crisis, el aumento fue del 2,7%. Este año se congeló, por primera vez en su historia, pero sin reducir la partida presupuestaria.

Opacidad de las cuentas

La falta de transparencia de esta partida pública fue la principal crítica vertida ayer por el grupo que encarna la única respuesta republicana con representación parlamentaria, Esquerra Republicana.

Su portavoz en el Congreso, Joan Ridao, exigió que a la reducción de la asignación presupuestaria de la Casa del Rey se añadan unas garantías ahora inexistentes: "Ese dinero es opaco, nadie sabe cómo se gasta, mientras que en otras monarquías se hace público ese gasto", explicó Ridao.

Más importante que el ajuste es, así, la transparencia para ERC: "Una cosa es reducir el coste y otra que este sea totalmente transparente", recalcó su portavoz parlamentario, quien consideró el ajuste adelantado por Zarzuela "una medida claramente insuficiente".

Aun así, ERC consideró "positivo" el ajuste que se prevé realizar a la partida asignada a la Casa del Rey en la medida en que "todo el mundo debe apretarse el cinturón" obligado por las consecuencias de la crisis económica.

En un Congreso nada dado a veleidades antimonárquicas, el otro grupo que luce sin complejos su republicanismo, IU-ICV, sorteó el anuncio de la Zarzuela para detenerse en el fondo del ajuste que aplicará el Ejecutivo en sus cuentas. Su portavoz, Gaspar Llamazares, cuestionó la estrategia del Gobierno de recortar partidas en lugar de mejorar sus ingresos mediante, por ejemplo, un sistema fiscal progresista en el que paguen más quienes más tienen.

http://www.publico.es/espana/336652/rey/crisis/casa/real/reduce/presupuesto

jueves, 16 de septiembre de 2010

Di, Panadera


Rafael Reig

ABC Cultural

11/09/2010

En 1944 unos cuantos miles de republicanos españoles atraviesan la frontera desde Francia para derribar a Franco y restaurar la República. Es la operación Reconquista del ejército de la Unión Nacional Española. Toman varias poblaciones en el valle de Arán y un día tienen un verdadero golpe de suerte: avistan un destacamento penal. Son presos republicanos conducidos a trabajos forzados. Los guerrilleros se lanzan al ataque, sin ninguna duda de que, una vez liberados, todos se unirán a ellos hasta la victoria final. Faltaría más. Al principio los cautivos desconfían, temen que pueda ser una trampa, pero al final logran explicarles la situación: están libres, pueden por fin unirse a la lucha contra la dictadura. ¿Qué hacen ellos? Pues salir corriendo monte arriba como un solo hombre y como conejos. Para mí este es el momento central de Inés y la alegría, de Almudena Grandes. Es entonces cuando los guerrilleros se dan cuenta cabal de lo que es la España de Franco: no sólo la aniquilación física, sino también la otra cárcel sin muros, el humillante y duradero doblegamiento moral. Tan duradero que, en 1977, cuando se celebraron las primeras elecciones libres, los españoles votaron (como un solo hombre) a Adolfo Suárez, un falangista que había sido gobernador civil y hasta Ministro Secretario General del Movimiento. Aquellos republicanos que tomaron una parte del valle de Arán venían de la guerra de España y del exilio, de los campos de concentración y de la Resistencia en Francia contra Hitler. Al cruzar los Pirineos, no sólo se estamparon contra la siniestra realidad de la dictadura franquista: también sus camaradas les habían dejado con el culo al aire (sin perdón, no voy a decir con el pompis al descubierto o algo así), para no hablar de la ayuda de Moscú o la de esos Aliados tan demócratas que mantuvieron a Franco en El Pardo hasta su muerte (no tan prematura, por cierto). «La alegría es mi deber diario», escribió Kafka: es la misma alegría que da título a la novela, la de Dolores Ibárruri, un arma de resistencia y de lucha. «Ésa es la receta de Dolores para sobrevivir al franquismo, vivir de la alegría.» Y será esa disciplina de la alegría, ese deber diario, lo que le permitirá a Almudena, al final de la novela, soldar la fractura moral de la dictadura, recomponer una identidad nacional y personal. Tan importante es hacer memoria como saber desde dónde y para qué se hace. En estos tiempos en que uno empieza a maliciarse que la llamada «memoria histórica» está fabricada por guionistas de Hollywood (si es que no por el propio y congelado Walt Disney), sorprende esta novela tan repleta de verdad histórica como de verdad narrativa, escrita bajo la guía de la cita de Lenin que se repite en la obra: la primera obligación de un comunista consiste en comprender la realidad. Almudena es galdosiana hasta las cachas (y a mucha honra) y nos cuenta la historia a ras de suelo, vista desde abajo, como en los Episodios nacionales. O mejor, como dice ella, desde una perspectiva inmejorable: el punto de intersección entre la Historia inmortal y los cuerpos mortales. Esas historias de amor que son tan sórdidas y sublimes como todas, como la de Jesús Monzón y Carmen de Pedro o la de Dolores Ibárruri y Francisco Antón. A mí la narración de «la cocinera de Bossost» me ha recordado a las antiguas Coplas de la panadera: «Panadera, soldadera / que vendes pan de barato, / cuéntanos algún rebato / que te aconteçió en la Vera». Frente a la versión oficial, la panadera nos entrega una visión desde abajo de la batalla de Olmedo (1445). Frente a la elaboración áulica de la «memoria histórica», las crónicas de los aduladores, los telediarios, los discursos políticos; frente a las coplas de Jorge Manrique, en definitiva; se levantan, resplandecientes e inolvidables, las de la anónima panadera, o las de Inés, soldadera, cocinera del ejército guerrillero. Esa panadera que, por supuesto, no recuerda al maestre don Rodrigo con tanta solemnidad como lo hace su hijo Jorge: «Con lengua brava e parlera / y el coraçón de alfeñique / el comendador Manrique / escogió bestia ligera» y salió huyendo a todo correr. Otros quedan peor parados, como el obispo de Sigüenza, que «tan gran pavor cogiera» que «a los sus paños menores / fue menester lavandera». Al final de Fortunata y Jacinta, Ballester le cuenta la vida de Fortunata a su amigo el crítico literario, que afirma que hay allí elementos para «un drama o una novela», a condición de que se elaboren bien, ya que «no toleraba él que la vida se llevase al arte tal como es, sino aderezada, sazonada con olorosas especias y después puesta al fuego hasta que cueza bien». Segismundo Ballester no está de acuerdo y ambos discuten, «resultando al fin que la fruta cruda bien madura es cosa muy buena, y que también lo son las compotas, si el repostero sabe lo que se trae entre manos». Almudena Grandes, en esta admirable Inés y la alegría, sabe de sobra lo que se trae entre manos. La historia cruda es excepcional, pero aún mejora porque Almudena cocina el melodrama con el mismo pulso firme con el que Galdós cocinaba el folletín del XIX (o Cervantes la novela de caballerías). A mí me parece que don Benito aplaudiría esta novela.

martes, 14 de septiembre de 2010

Manifiesto republicano en apoyo a la Huelga General del 29 de septiembre de 2010


“TODO ESTÁ CONECTADO”

Manifiesto republicano en apoyo a la Huelga General del 29 de septiembre de 2010

Dirección Federal de Unidad Cívica por la República (UCR)

Web UCR

11/09/2010

Ciudadanos, ciudadanas: como asociación republicana de nivel estatal, UCR, con todos sus medios, apoya y va a la Huelga General el día 29. Llamamos a participar activamente en ella. Como republicanos, como demócratas, no es sólo que nos identifiquemos con el Mundo del Trabajo: es que somos, históricamente, parte de él. Compatibilizamos nuestra irrenunciable aspiración a la III República, con nuestra militancia en las organizaciones, partidos, sindicatos... de la clase trabajadora. Formamos parte de ella. Y no es casual: la República, en su verdadera concepción –Estado democrático, participativo, laico, plural y solidario; firme en la defensa de la Paz y de lo público-, la República –decíamos- es la vía insoslayable para garantizar plenamente los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, la igualdad y la cohesión social de este país. Cada vez es más evidente: nada cambiará hacia mejor si no cambia antes el Estado en esa clave republicana.

Ya vemos lo que el sistema monárquico da de sí. Seguir sus reglas y la de los poderes económicos que lo amparan, implica, antes o después, y más allá de los Gobiernos de turno, lo que ahora enfrentamos: ajustes brutales, recortes sociales y supresión de derechos de los trabajadores, saqueo y desmantelamiento de cuanto es de todos, precariedad. La Monarquía impuesta por el genocida Francisco Franco en 1969 como fórmula para perpetuar el poder de las oligarquías que sustentaban su dictadura, es ya un régimen agotado. A pesar de blanquearse en 1978 (pero sin someterse jamás a referéndum), aceptar su lógica antidemocrática conduce, indefectiblemente, a medidas como las que hoy pretenden aplicarnos; medidas que no sirven en modo alguno para crear empleo digno de tal nombre, desregulan el Mercado Laboral y dinamitan la Negociación Colectiva, poniendo en entredicho el sistema público de pensiones. En definitiva, abocándonos a una tercermundización laboral, como dicen literalmente – y dicen bien- las centrales sindicales. Pero, ¿qué cabe esperar de un sistema, un Estado, cuya Jefatura es propiedad privada de una familia, y su patriarca un especulador multimillonario que no paga impuestos? He aquí una pregunta clave. Planteémonosla seriamente. Un sistema injusto y corrupto desde su cúspide es un sistema que, por fuerza, va a ser injusto y corrupto a todos los niveles. Jamás podrá servir a los intereses generales de la población y es freno para los derechos de los trabajadores asalariados y pequeños y medianos autónomos. Un freno –la Monarquía- para el desarrollo de nuestro país.

Pero hay solución. Una solución -como es el problema- integral: la República. La III República. Porque España fue –y nos la robaron- una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de libertad y justicia (Artículo 1º de la Constitución Española de 1931) donde toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a la economía nacional (Artículo 44) y la enseñanza será laica, hará del trabajo su eje de actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana (Artículo 48) ¡Esto fue España, no lo olvidemos nunca por más que algunos lo pretendan! Eso fue: una República donde se respetaban los derechos de la ciudadanía, existía separación Estado-Iglesia, y no se malgastaba el dinero público.

Por ello, las mismas fuerzas que, en la sombra, impulsan y bendicen las medidas contra los trabajadores, quieren también sepultar la Memoria Histórica de nuestro país. Ved al juez Garzón, linchado por investigar los crímenes del franquismo. Vedlo. Todo está conectado. La Memoria del sistema más justo y democrático que ha tenido España jamás, la II República, no es cosa del pasado: es presente y es futuro. Es Ejemplo. Por eso la temen tanto algunos: son conscientes de que quienes yacen, a decenas de miles, enterrados en las cunetas, están ahí por defender las mismas cosas que nosotros este 29 de septiembre, el 1º de Mayo, el 14 de Abril... Por defender lo mismo. Y su Verdad, su Justicia y su Reparación, es también la nuestra; nuestro pleno empleo y estable, nuestras 35 horas, nuestros Derechos Sociales (vivienda, educación, sanidad...) exigibles por Ley, nuestras pensiones, nuestra participación democrática en la Economía y las empresas, según un modelo sostenible social y medioambientalmente, con fiscalidad progresiva de verdad y fuerte sector público, empezando por una banca. Eso queremos, eso hace falta. Y eso -desengáñese quien aún esté engañado- no lo vamos a tener jamás, independientemente de los Gobiernos, con este régimen monárquico. Jamás.

Con él, estamos siempre condenados de antemano. Administramos siempre la derrota: autónomos, trabajadores, sindicatos… La Constitución monárquica de 1978 tiene trampa; es un tablero trucado donde ganan siempre los mismos. Es inútil seguir jugando en él. Hace falta un nuevo tablero, un nuevo marco, con reglas justas: la República. Es nuestro Derecho. El derecho de la ciudadanía a Decidir. Nadie que se llame demócrata puede negárnoslo ¿Quién va a decir ahora que “no es el momento”, que “no es prioritario” y ahora “no toca”? ¿Quién? Vedlo también. Todo está conectado. Desconfíese de quien pretenda desligar el republicanismo de la realidad social, cultural, política y nacional de este país, presentándolo como algo exótico. Es algo prioritario. La cuestión republicana es esencial para España. Recalquemos, de nuevo, esta verdad fundamental: nada cambiará hasta que no cambie la forma de Estado.

Por ello, para ello, converjan todos los activismos, todas las legítimas aspiraciones, en la común de la III República federal, social, austera, laica y solidaria, y sea la Tricolor, sin olvido de ninguna, la bandera que nos una a todos como hoy nos une esta Huelga General justa y necesaria.

¡VIVA LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA! ¡VIVA LA DIGNIDAD! ¡VIVA LA REPÚBLICA!


domingo, 12 de septiembre de 2010

La dignidad de la República


José Vidal-Beneyto*

El País

08/01/2009

En su Carta a los Reyes Magos del 3 de enero, prosigue Martín Villa su propósito de convencernos de que desmanes hubo en los dos bandos y, por tanto, hay que olvidarlos, pues lo importante es que la democracia de hoy es producto del franquismo de ayer, añadiendo ahora que la hazaña debe apuntárseles a los alevines del movimiento nacional, los azules, que en su versión seuista él capitaneó desde 1961 y que, como inspirador del grupo de los "reformistas del franquismo" -la expresión es suya-, pilotó hasta el final.

En su obra mayor, Al servicio del Estado (Planeta, 1984), escribe que, "sin ellos, la reforma política y el cambio no hubieran sido posibles". En este vigoroso alegato pro domo sua, después de invalidar a los verdaderos demócratas contra Franco -Gil Robles, "repleto de escepticismo, esclavo de ideas preconcebidas"; Emilio Attard, "ese curioso personaje con la habilidad de un abogado de provincias"; Álvarez de Miranda, "de notable ingenuidad"; la Junta Democrática, "de propósitos muy ambiciosos que contrastaban con sus limitadas posibilidades", etcétera-, repite su tesis mayor: "Fueron los reformistas del franquismo..., los jóvenes aperturistas del régimen, los que ejecutaron el proyecto de reforma política del Rey y el alumbramiento de una democracia para todos".

La insistencia en la denominación "reformistas del franquismo", que no rupturistas, tiene un objetivo semántico-ideológico claro: confirmar la filiación franquista del grupo para preservar las potencialidades democratizadoras del régimen de Franco y poder atribuirle las virtualidades democráticas posteriores.

En este caso, como en tantos otros, la política, y más concretamente la democracia, acompañada por la invocación monárquica, funcionan como una pócima mágica que todo lo puede, que todo lo cura. Adolfo Suárez -el jefe de su grupo, nos recuerda Martín Villa- consiguió en 240 días el prodigio de convertir al jefe de una organización parafascista en el líder de una democracia occidental. "La transición la hemos ganado todos", reitera el autor, olvidando añadir que la han disfrutado los de siempre, sin haber tenido que pagar costo alguno por ese disfrute. Pero ni las campañas retóricas de los beneficiarios del franquismo ni los avales académicos de los portavoces del revisionismo histórico podrán operar el prodigio de convertir un parafascismo degenerado en matriz de la democracia. Por mucha monarquía que le pongan.

Pues el franquismo fue resultado de una sublevación militar contra un Estado de plena legalidad política, y la democracia que le ha sucedido ha condonado, sin contrapartida alguna, todas las iniquidades que cometieron los sublevados.

El deber de Memoria obliga no sólo a enterrar a todas las víctimas de Franco, sino también a hacerlo, con todos los honores, con el cadáver simbólico de la República Española que yace insepulto y denigrado en todas las cunetas de España.


* José Vidal-Beneyto (1927-2010) fue un filósofo, sociólogo y politólogo español, activo conspirador contra el franquismo y fundador de la Junta Democrática. Fue uno de los críticos más impenitentes de la Transición y del régimen monárquico derivado de la misma.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Usted los paga y el obispo los manipula


Francisco Gil Craviotto

07/09/2010
I.

El culebrón de los profesores de religión es como para morirse de risa o de pena -según se mire- y demuestra con toda claridad que Valle Inclán no se equivocó cuando dijo aquello de que éste es un país esperpéntico. Para comenzar, lo primero que llama la atención es el sistema que reina en España para ser profesor de religión: los elige a dedo el obispo de la diócesis. De esta manera ocurre que, mientras que todos los demás profesores de cualquier escuela o instituto han tenido que realizar una carrera y superar unas oposiciones, el de religión entra en el colegio o instituto sin otro aval que el del obispo que lo envía. No termina aquí lo insólito del caso, lo mejor viene ahora: a este profesor no lo paga la Iglesia, como en buena lógica debería ocurrir, sino el Estado; es decir, el contribuyente. Puede muy bien suceder que usted, ciudadano de a pie y contribuyente, sea católico y esté encantado en pagar al profesor que envía el obispo a dar clase; pero también es posible que sea protestante, judío, musulmán, o acaso, decididamente agnóstico o ateo y no lo esté tanto o incluso en modo alguno. No importa: usted paga, el obispo manipula y los políticos siguen alardeando de que este es un país laico.

No termina aquí lo absurdo del caso. El meollo del culebrón viene cuando el obispo en cuestión, porque le place, llega a la arbitrariedad de cambiar a un profesor de religión por otro. Otro más dúctil y maleable, se sobreentiende. Se verá mucho mejor si ponemos un ejemplo. Helo aquí:

Imaginemos por un instante uno de estos profesores. En nuestro caso, dado que estamos en la época de los feminismos, va a ser una profesora. ¿Le ponemos un nombre? ¿Le gusta al lector el nombre de María del Mar? Ya está. María del Mar es una chica joven -menos de treinta años-, simpática, que frecuenta la parroquia, y habla y escucha a todo el mundo. Es relativamente culta -incluso se ha atrevido a leer, un poco a hurtadillas, el “Cándido” de Voltaire y la novelita “San Manuel bueno y mártir” de Unamuno- y viste con decoro y decencia. Nada de mini faldas ni blusas con el ombligo al aire. Ha ayudado al párroco en su labor de catequesis y conoce al obispo desde la época en que todavía no era obispo, así como a la mayor parte de la camarilla que lo rodea. Es, -al obispo no le cabe la menor duda-, la persona ideal para ocupar el puesto de profesora de religión. El primer año transcurre como la seda. El obispo la felicita. En el instituto, ese primer año conoce a otro profesor -el de matemáticas- con quien comienza a intimidar. Paseos al atardecer cogidos de la mano, besos en la soledad de un parque. Un día el profesor de matemáticas consigue llevarla a su estudio. Ven libros, oyen música, beben una copita y después otra. El final es que terminan en la cama. La experiencia le ha resultado agradable. Se impone la repetición y ya no hay final de semana que no visite el estudio del matemático. Sus amores son tan discretos que en el instituto casi nadie sabe que él y ella son novios; sin embargo, el obispo, que tiene ojos y oídos por todas partes, sí que lo sabe. Muy pronto, a través del párroco y otros fieles servidores, comienza una campaña de acoso que al final, con el beneplácito de la Iglesia, termina en boda. A los seis meses nace el primer niño, año y medio después viene el segundo. Todo perfecto. Pero al instituto llega una profesora de literatura que al matemático lo deja deslumbrado. Muy pronto se da cuenta de que para él es más agradable hablar de Lorca y de Machado que del milagro del pan y de los peces o del sermón de la montaña. El cuarto curso de Mar en el instituto coincide con su divorcio. Inmediatamente queda invalidada por el arzobispo para la enseñanza y, sin esperar siquiera a las vacaciones, a mitad de curso es reemplazada por otro profesor, ahora hombre, al que el Estado le paga con la misma obediencia con que antes le pagaba a Mar. De la noche a la mañana Mar se ha quedado sin trabajo y con dos hijos a las espaldas. De nada le han valido demandas ni súplicas. Mientras tanto, el obispo de nuestro cuento sigue repartiendo bendiciones y el matemático -tan divorciado como ella- con sus binomios, hipotenusas y catetos.

Sólo es un ejemplo entre cientos.

Lo más impresionante en esta sucesión de arbitrariedades e injusticias es la argumentación de los políticos. Todos se escudan en el mismo tópico: el concordato. Uno no puede evadir la inevitable pregunta: ¿tan inamovible es el concordato que puede pisotear los más elementales principios de nuestra Constitución y los derechos del hombre?

II.

“Decíamos ayer…” Fue la frase que, dicen, pronunció Fray Luís de León cuando, después de haber permanecido cinco años en las mazmorras de la Inquisición, volvió a su cátedra de Salamanca. La Inquisición -o la santa Inquisición, como dicen los beatos-, ese gran invento de la Iglesia Católica para evitar, mediante la tortura y el fuego, toda disidencia, no sólo atacó a judíos, moriscos y luteranos, sino que también se cebó en los suyos, como fue el caso de Fray Luis.

Yo también decía ayer que me parece escandalosamente abusivo que con el dinero del contribuyente, sea católico o no lo sea, se paguen las clases de religión. Si en mi alegato de ayer contemplaba el problema proyectando toda mi atención sobre el profesor, hoy lo voy a hacer deteniéndome sobre todo en la víctima: el niño que tiene que sufrir esas clases.

No estará mal precisar al lector que, al decir víctima, hablo por mi propia experiencia: yo sufrí esas clases que, hablaban de pecados, demonios, infiernos, purgatorios, cielos y limbos, y llenaron mis días -y sobre todo mis noches- de desasosiegos y pesadillas. Las viví hasta que, llegado a la edad adulta, logré sacudirme todo ese lastre clerical. El niño no tiene capacidad para distinguir la verdad irrefutable -por ejemplo: la Tierra da vueltas alrededor del Sol-, de la pura entelequia que no tiene más soporte que la fe. El niño se traga el rollo del cura o la beata y termina traumatizado ante la posibilidad de que a él le pueda caer alguno de esos atroces castigos. Jamás se le ocurrirá pedirle al cura o a la beata el documento notarial y fehaciente que demuestre la existencia de tales lugares de tormento.

Entonces eran inevitables aquellas clases de religión. Hoy no. Entonces, después de una atroz guerra civil que costó casi un millón de muertos, el país vivía la etapa más triste y calamitosa de su historia: la dictadura del nacional-catolicismo, una especie de teocracia a la española o connivencia entre la cruz y la espada, que sólo dio hambrunas, persecuciones, asesinatos y analfabetismo. Las clases de religión formaban parte de ese todo. ¡Cualquiera se atrevía entonces a decir: no quiero clase de religión! Había que aceptarlas y tragarse cuanto decía el cura. Cualquier pregunta insidiosa podía costarle muy cara al osado que se atreviera a formularla.

Hoy, con esta democracia de fachada que vivimos en la hora presente, la cosa cambia. Hoy, aunque sea a la trágala, la Iglesia acepta que puedan existir gentes que no sean católicos ni sientan el menor deseo de serlo. También acepta que estas personas no quieran para sus hijos el adoctrinamiento de las clases de religión. Sólo añade un pequeño matiz: que los niños que no reciben clases de religión se conviertan en los malos de la película o apestados de la clase. Es, a escala infantil, lo mismo que han venido haciendo, durante siglos, con los cementerios. Siempre, al lado de cada cementerio, había un muladar a donde iban a parar suicidas y no católicos. Era algo tan llamativo en toda la cristiandad que incluso Voltaire trató el tema. Ahora con los niños ocurre algo parecido: los santos y buenos van a la clase de religión, antesala del paraíso celestial al que accederán un día; y, los hijos de agnósticos y malvados, van al patio o pasillo, que hace las veces de limbo o purgatorio. Cuanto más traumatismo cause tal separación en las mentes infantiles, tanto mejor. El efecto será más contundente. La guinda del pastel la aporta la primera comunión, Son los propios niños los que hacen correr la voz: esos desgraciados, como no van a hacer la primera comunión, no van a tener ningún regalo ni van a ir vestidos de almirante (si es niño) o de princesa (si es niña).

La solución al problema no puede ser más fácil y asequible en todo país verdaderamente democrático: separación total entre escuela y catequesis. La escuela instruye; la catequesis la ejercen los curas en la parroquia con los que buenamente quieren ir. Es el sistema francés; sus resultados están a la vista. Cabe preguntarse: ¿Por qué la Iglesia acepta en Francia lo que rechaza en España? Creo que la razón está en la fortaleza de la democracia francesa y en la fragilidad de la española. Huelga añadir que de tal constatación se desprende una importantísima moraleja: todas las personas progresistas de este país, tenemos la obligación de luchar para que un día gocemos de una escuela verdaderamente laica en España. Es a la vez un deber y una meta.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La silenciosa sucesión al trono


Guste o no, el Rey y el Príncipe solo tienen un puesto de trabajo entre ambos

Matías Vallés

La Opinión de Zamora

01/08/2010

Pecaría de sublimación quien adjudicara a Felipe de Borbón (42) la etiqueta de joven príncipe, a falta de decidir si Juan Carlos de Borbón (72) debe ser subtitulado como anciano rey. La jubilación no es apremiante si se lo compara con sus colegas Isabel II de Inglaterra (84), Bhumibol de Tailandia (82) o su admirada y coetánea Beatriz de Holanda (72), que acaba de manifestar que no alberga ninguna intención de abdicar. Por todo ello, produce extrañeza la silenciosa sucesión al trono perceptible desde la privilegiada tribuna de espectador mediático, una atalaya más despejada que la brumosa pertenencia a las instituciones afectadas por el recambio, o que la inscripción entre los cortesanos que las parasitan.

Si se hiciera abstracción -y la monarquía es una idealización- de los documentos, y se determinara quién reina en España de acuerdo con el cuentakilómetros del número de apariciones en Google y YouTube, se llegaría a dos respuestas. De un lado, a una jefatura ostentada por una mujer -Sofía de Grecia-, tremendamente feliz en Roland Garros con Rafael Nadal o en Sudáfrica con la selección. De otro, a una pareja voluntariosa al borde de la ubicuidad -los Príncipes de Asturias-. En plata, el Rey sale cada vez menos, su esposa y su hijo se prodigan. El asunto no es baladí porque, en la cumbre del poder simbólico, la representatividad no es un rasgo de la función monárquica, sino su definición. En esa profesión tan expuesta, la invisibilidad no es una opción.

La reaparición del Rey en Santiago de Compostela ha equilibrado los motores de búsqueda, pero la intervención quirúrgica en el Clínic barcelonés no justifica por sí sola el desplazamiento en la agenda de la Casa Real, siempre de acuerdo con la versión oficial divulgada tras el paso de Juan Carlos de Borbón por el quirófano. La frase que el Príncipe -ausente de España en una operación de entidad programada con antelación- recogió de su padre al visitarlo fue «como ves, aquí estoy, entero y en forma». El enunciado ofrecería visos desafiantes, de no mediar el entorno familiar.

En las fechas previas a la intervención quirúrgica, se incrementaban progresivamente las apariciones conjuntas del Rey y el heredero. Sin embargo, la sensación de pupilaje no demostraba precisamente que el Príncipe se preparara para reinar, sino que necesitaba a su padre al lado para reforzar su credibilidad, por lo que la estampa rezumaba paternalismo. También esa tutela se ha invertido, y es Juan Carlos de Borbón quien hoy adopta la posición de acompañante. Personajes próximos al Rey aunque enfrentados, Sabino Fernández Campo y José Luis de Vilallonga, coincidían en que el carisma regio no se transmite genéticamente. Esta ley se halla a un paso de la verificación experimental.

La sucesión silenciosa puede ser un azar provocado por una sobreexposición mediática circunstancial, pero también puede obedecer a un diseño. En el segundo caso, el enigma se extiende a quienes urden este juego de luces y sombras. En el transcurso de su intensa agenda de contactos con los sectores sociales, los Príncipes no pueden evitar que la cuestión sucesoria aflore aunque solo sea tangencialmente. Quienes escuchan al heredero concluyen que, desde la delicadeza, abre la puerta a una abdicación en vida de su padre. Sin embargo, esta hipótesis es descartada por quienes han tratado el asunto con Juan Carlos de Borbón.

Guste o no, el Rey y el Príncipe solo tienen un puesto de trabajo entre ambos, con la particularidad de que al titular del cargo le corresponde decidir en exclusiva el protocolo del traspaso de poderes. Paradójicamente, la liviandad en la consideración de la monarquía funciona como un lubricante que facilita el trámite sucesorio. El poder está en otra parte. Con todo, sería peligroso abordar la sucesión como una operación a espaldas del vulgo, un producto de laboratorio para endulzar el trago a la sociedad. La España actual no tiene nada que ver con la de 1975, según acaba de demostrar al matar a los toros. Además, la maestría indiscutible del Rey en las relaciones públicas se superpone a la torpeza, a menudo carpetovetónica, de los funcionarios que lo asisten. La más mínima mentira o secreto tramoyista a cargo de aprendices de brujo sería castigada por la opinión. Son los efectos secundarios de una ciudadanía que ha aprendido a autogobernarse.


* Dibujo de Diego Mena, disponible en su blog, Verdades y Mentiras Oficiales.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La tiara de doña Letizia


José-Tomás Cruz Varela

El Faro de Vigo

01/09/2010

Prácticamente, con mayor o menor profusión de detalles, casi todos los periódicos de papel y digitales, han recogido la noticia sobre la tiara regalada por el Príncipe Felipe a su esposa Letizia. Al parecer, la citada joya, una pieza exclusiva, está valorada en más de 50.000 euros, encargándose el propio don Felipe personalmente de orientar a la joyería Ansorena en lo que afecta al diseño de la misma.

En un principio estaba previsto que la Princesa Letizia luciese su diadema en la boda de Victoria de Suecia con Daniel Westling, celebrada el pasado mes de junio, lo cual no se materializó por considerarse una ostentación totalmente inadecuada en tiempos de crisis, que está azotando y masacrando a miles de familias españolas que carecen de lo más elemental y sumidas en la indigencia.

La sociedad, no muy ducha en este tipo de regalos y más preocupada en llegar a final de mes, desconoce que estas atenciones obedecen según los entendidos, a una tradición entre los Borbones, consistente en agasajar a sus reinas con joyas personales en el quinto aniversario de su boda, algo parecido a lo que realiza la plebe al cumplir los 25 años de matrimonio pero en versión más humilde. Posiblemente doña Letizia, si el momento lo aconseja, estrenará la tiara de marras en el próximo y dudoso enlace real entre Alberto de Mónaco y Charlene Wittstock en julio de 2011, año muy problemático políticamente para España e incluso para la propia monarquía.

Cierto periódico ha comentado que aunque la asignación anual de la familia real es de 8,9 millones de euros, quizá el Príncipe ha adquirido la joyita con los ahorros del sueldo que tiene asignado por sus labores de representación. Lo que se ignora es si el futuro Rey de España goza de algún tipo de descuento y si el pago ha sido realizado al contado o en cómodos plazos y sin intereses. Nada de lo cual trascenderá, dado que los proveedores reales están obligados a guardar total discreción.

Es cierto que hasta el momento los príncipes han representado a España con total dignidad. Ahora bien, que en pleno siglo XXI, una monarquía costeada con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, se permita licencias de este tipo, resulta francamente deleznable. Son muchos los españoles de cierta edad y memoria que se preguntan de dónde ha salido la presunta y considerable fortuna del Rey si cuando accedió al trono en 1975, carecía de recursos y herencias, lo cual no es ningún delito.

Con respecto a la mencionada tiara, lo suyo habría sido que doña Letizia, de acuerdo con el Príncipe, organizara una subasta pública de la misma y con los fondos recaudados, dedicarlos a socorrer a los menesterosos. Eso sí constituiría toda una demostración de nobleza y soberana elegancia. Los gastos inútiles y despilfarros no prestigian ni engrandecen a una monarquía pretendidamente moderna; más bien, la avergüenzan. El comprar una joya y no exhibirla, no demuestra delicadeza sino hipocresía. Lo procedente habría sido no comprarla... Si se sometiera a referéndum entre los contribuyentes cuantos están de acuerdo en seguir financiando: joyitas, viajes, vacaciones, modelitos, etc. a los componentes de la Casa Real y añadidos, o bien pedirles señalaran con una "x" en la Declaración de la Renta para que se dedicara cierto porcentaje para estos gastos, las sorpresas que aparecerían serían mayúsculas, y no hace falta ser muy inteligente para averiguar en qué sentido...

¿Alguien imagina a un ciudadano parado, sin recursos y que el banco se ha quedado con su piso por no pagar la hipoteca, leyendo en un periódico la crónica de la puñetera diadema mientras guarda cola en Cáritas Diocesana para que lo proporcionen gratuitamente un plato de comida caliente? Resulta muy duro, si bien todo este tipo de acciones desafortunadas son las que históricamente han ayudado al retorno de la república... ¡Tiempo al tiempo!

sábado, 4 de septiembre de 2010

"Las dos Españas: Mitos y leyendas"


Pedro Luis Angosto

La República

01/09/2010

En 1930 existían, en efecto, dos Españas. Una formada por plutócratas, clases medias tradicionalistas, militares y clérigos, que tenía todos los privilegios del dinero, la alcurnia y el poder, y otra, inmensamente mayoritaria, analfabeta, pobre, humillada, amedrentada, resignada y sin apenas posibilidades de prosperar. Aunque sorprenda, las dos Españas nos se relacionaban entre si más que obedeciendo a estructuras muy jerarquizadas y era –como en La India- muy difícil pasar de la una a la otra. Tan sólo algunos burgueses arrimados a lasgentes de bien, traicionando a su clase, podían terminar matrimoniando con algún “pollo” venido a menos y situarse, no sin recelos, entre los elegidos.

Fueron burgueses ilustrados quienes formaron los primeros gobiernos republicanos, burgueses con un programa de reformas moderadas ya aplicadas en buena parte de nuestro entorno; burgueses que se verían obligados a combatir a las masas populares hartas de siglos de atropellos y abusos, pero decepcionadas por el lento avanzar de los cambios liberadores alimentados por el sueño republicano. Los proletarios creyeron que la República acabaría de un plumazo con todo el entramado caciquil que los subyugaba y oprimía, lanzándose, generalmente dirigidos por la CNT, a huelgas y conflictos que los sucesivos gobiernos hubieron de reprimir con los medios a su alcance, que no eran muchos, sobre todo si pensamos que una parte del Ejército conspiraba contra el nuevo régimen desde el mismo día de su instauración. La obra reformista de la República, desarrollada en tan sólo dos años, quiso primero dar escuela a quienes carecían de ella, esperando como fruto ciudadanos libres y conscientes; elevó los salarios de los jornaleros; admitió el divorcio, el voto de la mujer, emprendió obras públicas para mitigar el paro, puso en marcha una tímida reforma agraria y quiso la separación –condición sin ecua non para avanzar en el progreso social- de la Iglesia y del Estado. La pobreza impulsó a muchos jornaleros y obreros a luchar por mejorar su situación, enfrentándose abiertamente con los gobiernos republicanos y cometiendo, en ocasiones, desmanes sólo justificables por su terrible situación; la defensa del privilegio, animó a la minoría que todo lo tenía a empuñar las armas del Estado contra el Gobierno ycontra los pobres, provocando una de las etapas más desdichadas y trágicas de nuestra historia. Sí, había entonces varias Españas -puede que tres, o que cuatro-, pero fundamentalmente dos: La de los que dieron rienda suelta a los cuatro jinetes del Apocalipsis movidos por un egoísmo brutal; y la que, desde el analfabetismo y la opresión secular, quiso romper la armadura obscena que les oprimía.

Hoy no hay dos Españas, en ningún caso. El franquismo, mediante el terror, creó, al calor del turismo y de las remesas de los emigrantes, una clase media tirmorata e indolente, generalmente poco ilustrada y ajena a la cosa pública, salvo para maldecir a quienes en ella se involucraban, fuesen honrados o lo contrario. Esa clase social, que hoy abarca desde obreros manuales en precario a profesionales con alta remuneración, trabaja sin descanso, paga sus impuestos, consume en la medida de sus posibilidades, es dócil y comprende a la inmensa mayoría de habitantes de este país. De sus entretelas salen dos apéndices minoritarios, uno reaccionario que tiene la mirada puesta siempre en el pasado y en las “nuevas” políticas ultraconservadoras; otra, reformista que, desnutrida en sus filas por el avance del descreimiento y “el desencanto” acomodaticio, pretende solucionar, con mayor o menor destreza, los problemas que nos acucian desde antiguo.

Sin embargo, pese a su implantación minoritaria, la influencia social de los apéndices es grande y todavía son muchos quienes siguen hablando de las dos Españas, de "guerravicilismo”, de balcanización del país. Nada más falso. Lamentablemente, nuestra actual democracia no quiso que de las escuelas saliesen ciudadanos conscientes y libres, a los jóvenes se les ocultó el pasado como si no hubiese existido y hoy, para algunos, aunque parezca mentira, resulta una provocación que una persona quiera saber donde yacen los restos de su padre fusilado y torturado; que se intenten fórmulas para que los nacionalismos periféricos se integren placenteramente dentro del Estado; que se llame genocidas a quienes cubrieron España de sangre y terror una vez acabada la contienda civil.

No, hoy no existen dos España, pero sí una minoría recalcitrante que hace mucho ruido y tiene pocas nueces que vender, que está al acecho, que ha multiplicado su hacienda por mil al calor de la especulación y de la destrucción, hormigonera en mano, física de España, que sigue sin estar dispuesta a perder ni uno solo de sus privilegios “innatos”. La inmensa mayoría, como antaño, calla y contempla el panorama desde un puente, ajena a su historia.

http://larepublica.es/firmas/blogs/index.php/pedroluisangosto/2010/09/01/las-dos-espanas-mitos-y-leyendas

* Duelo a garrotazos, de Goya, un referente icónico de las Dos Españas que el pintor aragonés retrata entre los dolores de su nacimiento (Fuente: Wikipedia).

jueves, 2 de septiembre de 2010

Fray Leopoldo en la Base Celestial


Juan Antonio Aguilera Mochón

Rebelión

02/09/2010

Dentro de unos días tendrá lugar la beatificación de Fray Leopoldo en Armilla. Como se prevé una asistencia multitudinaria, uno esperaría que los organizadores hubieran alquilado, qué se yo, el recinto ferial de Almanjáyar o algo así; de hecho, van a sacar un dinerillo de los donativos obligatorios para entrar: entre 3 y 9 millones de euros de beneficio para las alforjas de los capuchinos. Fray Leopoldo estaría orgulloso… aunque seguramente él no habría podido pagar la entrada para su propia beatificación (10 euros; por otros 10 le darían la alforja de Fray Leopoldo, pero como él ya la tendría…).

Sin embargo, no ha hecho falta pagar ningún alquiler; el Estado, a través de su ONG conocida como Ministerio de Defensa, ha cedido graciosamente mi Base Aérea de Armilla para el evento (no se preocupe, es también su Base Aérea, amigo lector: es de todos los españoles), convirtiéndola por unas horas en una Base Celestial con abundante presencia de autoridades públicas de este mundo. No suena disparatada la cosa si pensamos en la tradicional alianza entre la cruz y la espada, que en España alcanzó una de sus cimas, gracia de Dios mediante, en el nacionalcatolicismo franquista. Pero sí es un desatino en un país democrático, pues, como bien nos recuerdan Andalucía Laica y Los Verdes de Andalucía, afecta al carácter aconfesional del Estado tal como se proclama en el artículo 16 de la Constitución y tal como lo interpreta el Tribunal Constitucional: "El Estado se prohíbe a sí mismo cualquier concurrencia, junto a los ciudadanos, en calidad de sujeto, de actos o actitudes de signo religioso" (Sentencia nº 24/1982 de 13 de Mayo).

A pesar del mandato constitucional, en España sigue existiendo lo que Gonzalo Puente Ojea comedidamente denomina criptoconfesionalismo… que no es tan cripto, no hay más que ver cómo sigue la religión en la escuela, cuánto dinero público recibe la Iglesia (¿cuánto irá desde instancias públicas a lo de Fray Leopoldo, aparte de la cesión de la Base?), o cómo cada día las autoridades y cargos públicos participan como tales (es decir, no a título privado, lo que sí sería lícito) en ceremonias religiosas. Empezando por quienes debieran dar más ejemplo de respeto a la Constitución y a los ciudadanos, el Rey y el Príncipe. Uno se sonroja (y, para ser sinceros, se sonríe, la cosa tiene su gracia) con espectáculos como el de ver a estos símbolos del Estado pedir favores cada año al apóstol Santiago como quien pide juguetes a los Reyes Magos. ¡Santiago, y cierra España!

En las procesiones seguimos viendo con estupor uniformados militares a tambor batiente y rindiendo honores a Cristos y Vírgenes… a la vez que restan honor a la ciudadanía (a toda la ciudadanía), merecedora de mayor consideración. ¡Y aún existe esa figura del arzobispado castrense, con sus vicariatos y sus parroquias en los cuarteles, y sus correspondientes capellanes, costeados por todos!

Gracias a Dios, algo bueno veo en las escenas de sofá entre la Iglesia y el Ejército: quizás reverdezcan en algunos jóvenes viejas y sanas ideas, las del anticlericalismo y el antimilitarismo (que no coinciden necesariamente con las de los antirreligiosos y los antimilitares, también muy a tener en cuenta). Y, sobre todo, imprescindibles en una democracia, las ideas del laicismo, que no son sino las del respeto a la libertad de conciencia de todos y cada uno.

Volvamos al acto en la Base: no se trata meramente de una adhesión popular a un hombre muy muy bueno, sino sobre todo, seamos francos, de negociar promesas y donativos a cambio de favores ¡con un muerto que hace milagros, generalmente a través de sus estampicas! Será pues un festival de la superstición y la magia, de irracionalidad cocida por la ideología católica más retrógrada y realimentada por el fervor de la masa. Pero el aspecto más práctico lo ha encontrado un ministro, esta vez el de defensa… de Dios: para el arzobispo de Granada (Francisco Javier es su gracia), la figura del limosnero "es un modelo a seguir en tiempos de crisis". Nuestros gobernantes no podrán negar que esta declaración es un apoyo explícito a la reforma laboral. Y ya puestos, a mí también se me ocurre aliviar la crisis disminuyendo las enormes concesiones económicas del Estado a la Iglesia: de acuerdo con el arzobispo, que la propia Iglesia siga el modelo de Fray Leopoldo.

Otro aspecto práctico que uno ve: quizás el acto abra los ojos a otros posibles usos –no militares, sí en beneficio de todos– de los extensos y bien situados terrenos de la Base. No hace mucha gracia ver y oír con frecuencia a los helicópteros del Ejército sobrevolando zonas habitadas.

Pero todo esto no me consuela. La beatificación de Fray Leopoldo será la enésima oportunidad de contemplar cómo muchos servidores públicos (militares y civiles) ejercen de manera lamentable sus responsabilidades al ignorar la aconfesionalidad del Estado, al menospreciar la libertad de conciencia de los ciudadanos a los que deberían servir.

¿Beatificación de Estado? No, gracias.

Juan Antonio Aguilera Mochón es miembro de Granada Laica