Pablo Alcázar López
Donde los ángeles
06/07/2010
Donde los ángeles
06/07/2010
Ander, amigo, me ha impresionado tu comentario a mi post A las vuvuzelas les va el himno de España, en el que me decías que tú, y otros vascos, os visteis “obligados” a animar a Paraguay, el día del partido contra España. Por eso te contesto con esta nueva entrada: Muchas personas con responsabilidades públicas, cuando sueltan una broma, inmediatamente dan marcha atrás y afirman, "y ahora, ya en serio…". Pero yo estoy convencido de que la única forma de hablar en serio, es hacerlo en broma, dada la actual putrefacción del lenguaje de los políticos, su descomposición y su incapacidad para expresar algo objetivo u objetivable. De ahí el tono de mis “Vuvuzelas”. Franco me vacunó contra el nacionalismo españolista, y en general, contra todos los procesos identitarios. Pero, como soy padre, sé muy bien que cuando alguien se quiere ir de la casa hay que abrirle la puerta para que se vaya. Nadie ha de estar a la fuerza en ningún sitio. Los políticos, unos y otros, se han acostumbrado a parasitar torpemente el “conflicto vasco”, y no saben o no pueden o no quieren resolverlo. Si fueran valientes, harían frente al problema con decisión y, tras un periodo suficiente de paz, en ausencia de la "violencia del Estado español” y de la “violencia de los pistoleros de ETA", convocarían a los vascos a pronunciarse en un referéndum sobre el asunto. Esto ya se ha hecho en otros estados que sufrían una situación parecida. Para ello habría que contemplar el horizonte independentista como una posibilidad, nada catastrófica. Ahora bien, si los votantes se pronuncian en contra de la independencia, deberían de comprometerse a no volver a repetir la consulta hasta dentro de 25 o 50 años y si los vascos dicen que sí, tendrían la obligación de conducir el proceso de independencia de forma ordenada, amistosa y, sobre todo, justa. Respetando, dentro de lo posible, los intereses de todos. Estoy harto de llorones, de quejicas, de agraviados, de gente que piensa que se le debe algo desde el principio de los tiempos. No quiero oírles ni una queja más. Y eso sólo será posible si hay un camino viable y sin trampas para que los vascos, si así lo deciden, se constituyan en estado independiente. Yo, por mi parte, voy a seguir siendo español, si me dejan los españolistas, porque no quiero dedicar ni un segundo de mi tiempo a cavilar sobre si soy más, menos o igual que cualquier habitante del planeta. No me hace falta. Ya sé que soy un ser único (aunque de poca calidad y en el que no se puede confiar demasiado) y con bastante suerte porque durante toda mi vida he podido comer tres veces al día, lavarme, hablar con amigos y disputar con enemigos, sin recibir más heridas que las del amor y las de la vida. Estoy resentido, desde luego, porque ni la ciencia ni la religión, ni las utopías de salvación colectiva, me aseguran que no vaya a recibir la herida definitiva, como todos. Yo soy de Cenes de la Vega (Granada), que no es mi pueblo, pero sí donde tuve mi primera vespa, y del castellano, la lengua que me enseño mi madre de niño y que después mejoré leyendo a Cervantes en el internado donde pasé mi adolescencia. Él me ayudó a sobrellevar el cautiverio de cuatro años que padecí en un colegio de dominicos. Esa es mi patria. Tengo la suerte de que el Estado español me deja residir, por ahora, en ella. También los curas de mi colegio me dejaron construir, y pasar en ella las horas del recreo, una réplica aproximada de Granite House, el refugio de La isla misteriosa de Julio Verne. Si España obstaculizara este humilde “proyecto de vida”, posiblemente estaría tan cabreado y con tantas ganas de largarme como los independentistas vascos o catalanes. Por otra parte, espero llevarme bien con algunos vascos, independientes o no, al fin y al cabo comparto con ellos, y con los balineses, más paquete genético que con la mosca del vinagre. Incluso me puedo llevar bien con algún cenero. Y desde luego si me preguntan, votaré en contra de que el Atlético de Bilbao juegue en la misma liga que el Cenes Club de Fútbol, aunque me gustaría que el equipo de mi pueblo jugase contra la Real Sociedad en la Champion League.
http://purpuranevada.blogspot.com/2010/07/la-deriva-paraguaya-de-algunos-vascos.html
* La imagen que acompaña el texto fue colgada anoche en Facebook por el compañero Luis Egea, presidente de la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda de Ebro (Burgos), tras la victoria de la selección española en el Campeonato Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010.
http://purpuranevada.blogspot.com/2010/07/la-deriva-paraguaya-de-algunos-vascos.html
* La imagen que acompaña el texto fue colgada anoche en Facebook por el compañero Luis Egea, presidente de la Asociación por la Memoria Histórica de Miranda de Ebro (Burgos), tras la victoria de la selección española en el Campeonato Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario